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No permitas que tu boca te haga pecar[a], y no digas delante del mensajero de Dios que fue un error(A). ¿Por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos? Porque en los muchos sueños y en las muchas palabras hay vanidades; tú, sin embargo, teme[b] a Dios(B).

Vanidad de las riquezas

Si ves la opresión(C) del pobre y la negación del derecho y de la justicia(D) en la provincia, no te sorprendas(E) del hecho, porque un oficial[c] vigila sobre otro oficial[d], y hay oficiales superiores sobre ellos.

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Footnotes

  1. Eclesiastés 5:6 Lit. que tu boca haga que tu carne peque.
  2. Eclesiastés 5:7 O reverencia.
  3. Eclesiastés 5:8 Lit. superior.
  4. Eclesiastés 5:8 Lit. superior.